El falafel es una albóndiga de pasta de garbanzo muy especiada, plato que se suele comer en India, Pakistan y Oriente Medio. Se puede tomar solo como entrante o dentro de un pan de pita y se puede acompañar con salsa de yogur o con tahina.
Como veréis no tiene complicación alguna y se prepara bastante rápido, por lo que no tenemos excusa para prepararlos en casa. Los podemos preparar como entrante o para acompañar al Taboule de Quinoa que preparamos hace poco.
Ingredientes:
800 gr garbanzos cocidos
65 gr de piñones
1 cucharada de comino molido
1 cucharada de cúrcuma molida
1 cucharada de tahina
1 puñado de harina de garbanzo
1 hojas de cilantro
2 dientes de ajo
Zumo de 1 limón
2 cucharadas de miel
2 cucharadas de aceite de oliva
Preparación:
- Sacamos los garbanzos del bote, los lavamos bien y dejamos escurrir.
- Precalentamos el horno a 180º calor arriba y abajo
- Poner en un bol el comino, la cúrcuma, la tahina, el cilantro, los ajos (pelados y picados), el limón, la miel y el aceite y mezclar bien.
- Trituramos los garbanzos y los piñones hasta que se deshagan, sin que se llegue a hacer una pasta.
- Mezclamos el triturado de garbanzos y piñones, con el resto de ingredientes que habíamos mezclado anteriormente en un bol.
- Con las manos formamos unas 12 bolas y las dejamos en el frigorífico durante unos 30 minutos, para que se endurezcan.
- Sacamos los falafel y rebozamos con la harina de garbanzo, eliminando el exceso.
- En la bandeja del horno pondremos papel vegetal y colocaremos las bolas. Horneamos unos 45 minutos.
- Pasado el tiempo las sacamos y dejamos enfriar en una rejilla.