
Cuando ví preparar esta receta las llamaban patatas bravas, aunque como veréis no se parecen en nada a las patatas bravas a las que estamos acostumbrados. Lo que si es cierto es que además de estar muy buenas, seguro que no dejan indiferente a nadie.
Esta receta queda muy bien si tenemos invitados o nos apetece darnos un capricho, pues quedan bastante resultonas y además de estar buenas no llevan complicación alguna.
En casa han sido un éxito total, son de estas cosas que empiezas a comer y no pararías, literalmente. Aunque parezca que llevan mucho trabajo, al final no es tanto, sobretodo si nos organizamos bien.
Las patatas que utilizaremos son patatas pequeñas, en algunos supermercados como Lidl venden mallas de patatas en las que indica “Patatas para Guarnición”.
Las cantidades son orientativas, pues también depende de para cuantas personas las hagáis, porque variará la cantidad de patatas.
Ingredientes:
10 Patatas de guarnición
175 gr Tomate frito (para hacer una salsa no muy líquida)
125 gr de almendras
2 ajos
1 cucharada perejil
all i oli (esto si que va a ojo, según os guste notar más el sabor o menos, pero vendría a ser la misma cantidad que de nata)
50 ml nata para montar
Tabasco (si queremos darle un puntito picante)
azúcar
sal
Preparación:
Ponemos a cocer las patatas con abundante agua y sal. Al ser pequeñas en unos 20 minutos estarán listas, pincharlas con un palillo para ver si están bien cocidas, antes de sacarlas.
En un mortero o en la picadora, picamos las almendras, los ajos y el perejil. La almendra ha de quedar a trocitos pequeños, si queda alguno un poco más grande no pasa nada.
Ponemos aceite en la sartén y añadimos el majado que hemos hecho con los ajos, el perejil y las almendras. Lo tenemos a fuego medio unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando.
Añadimos el tomate frito y ponemos sal y azúcar (1 parte de azúcar por cada 2 de sal). Añadimos un poco de tabasco a nuestro gusto. Removemos bien y dejamos unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando.
Pelamos las patatas las partimos, por la mitad en forma de copa (es decir, a lo ancho), les cortamos un poquito la punta, para que se mantenga en pie y las vaciamos con un saca bolas o con una cucharilla pequeña, con cuidado de no romper la patata.
Ahora freímos las patatas en la freidora o en una sartén con abundante aceite.
Las dejamos escurrir en un plato con papel.
Ponemos la nata en un bol pequeño y con unas varillas, la montamos manualmente (ha de quedar más bien cremosa sin llegar a montar del todo) y añadimos el all i oli y mezclamos bien.
Ahora vamos a montar el plato: en el hueco que hemos vaciado de la patata ponemos el majado que habíamos hecho y para terminar le añadimos la nata con el all i oli. Podemos decorar con un poco de perejil.
Espero que os gusten!