Esta receta es del libro Zerogluten que me compré hace un tiempo. La verdad es que tiene recetas muy interesantes como esta.
En casa nos encantó el resultado y la verdad que se prepara bastante rápido, pues no tiene ninguna complicación. De hecho ya lo hemos preparado un par de veces.
Es una buena idea para preparar para un cumple de peques o para una cena de picoteo. Está bueno caliente, aunque no demasiado 🙂 y frío también está muy bueno.
Aquí todos los ingredientes son sin gluten, pero podéis preparar la receta utilizando ingredientes normales, al igual que la leche, en la receta utiliza leche entera, yo la cambié por leche de almendras que es la que consumimos en casa.
En cuanto al aceite en la receta utiliza la mitad del aceite de girasol y la otra mitad de oliva. Yo lo utilicé todo de oliva, aunque como siempre tengo aceite de ajo que preparamos en casa, utilicé la mitad aceite de oliva normal y la otra mitad aceite de oliva de ajo, aquí también podéis utilizar el aceite que más os guste.
Las frankfurts la primera vez que hicimos el paste las pusimos enteras, pero parece que se desmontaba más fácilmente el pastel al partirlo, así que la segunda vez las partimos por la mitad y nos quedó mejor.
Ingredientes:
4 Frankfurts grandes o 6 pequeñas sin gluten.
180 gr harina panificable sin gluten
1 sobre de levadura sin gluten
3 huevos
1 cucharada de mostaza Dijon
125 ml de leche
100 ml de aceite
50 gr de queso rallado
Pimienta
Sal
Preparación:
- En un bol batimos los huevos con la mostaza hasta que esté bien mezclado.
- A continuación añadimos la leche y el aceite. Salpimentamos y mezclamos bien.
- Tamizamos la harina junto con la levadura y vamos añadiendo a la mezcla anterior, sin dejar de batir. Agregamos el queso y mezclamos bien.
- Precalentamos el horno a 180º calor arriba y abajo.
- Engrasamos un molde con aceite. Volcamos la mitad de la masa, repartimos encima las frankfurts y volcamos encima el resto de la masa.
- Introducimos el molde en el horno durante 40 minutos. Pasado este tiempo pinchamos el pastel y si el palillo sale limpio ya lo podemos sacar del horno, sino lo dejamos un poco más.
- Desmoldamos, dejamos que se enfríe un poco sobre una rejilla y servimos.