Esta receta es típica de Andalucia, en concreto de Córdoba y según creo se suele comer como una sopa fría, de primer plato.
Nosotros nunca la comemos así, generalmente la hacemos para acompañar cuando hacemos tortilla de patata…una costumbre-manía como otra cualquiera. Pero ya os digo se puede servir como primer plato de una comida o una cena.
Si no lo habéis probado nunca espero que os animéis a hacerlos, pues como veréis no tiene ninguna complicación, lo único es pillarle el punto a la cantidad de vinagre, ajo y miga. Os recomienda que pongáis poco de todo hasta que encontréis el punto que os gusta…más vale quedarse corto y luego ir añadiendo.
Ingredientes:
2 tomates
2 dientes de ajo (no muy grandes)
miga de pan
aceite
vinagre
sal
Preparación:
Poner en el vaso de la batidora los dos tomates, los ajos pelados, un chorrito de aceite, un chorrito de vinagre y una pizca de sal.
Lo trituramos todo bien y añadimos un poco de miga de pan, iremos añadiendo miga hasta que obtengamos una mezcla que no esté líquida, ni tampoco demasiado espesa. Ha de quedar como una crema.
Cuando la probéis quizá le notéis un sabor un poco flojo, pero una vez repose en la nevera, como mínimo una hora, lo volveréis a probar y notaréis como se han acentuado más todos los sabores.
Le podemos poner jamón picado y huevo cocido. Generalmente nosotros no le ponemos nada, pero esta vez le hemos puesto el jamón y resulta una combinación muy buena.
Espero que os animéis y que os guste!!